Uff, esto sí que fue una tremenda alegría. Finalmente me despido de la Escuela Politécnica Nacional (a.k.a. POLI). Ahora cualquier estudio, en la medida de lo posible, intentaré realizarlo en otra institución educativa... fue demasiado para mí la Poli.
Salgo contento y agradecido de todas maneras con esa gran Universidad. Ahora es tiempo de ponerse las pilas y convertir lo teórico en algo práctico y útil para la sociedad.
Incluyo unas fotitos bien chéveres:
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